Agur ekitaldi xumea izan da. Etxekoek, lagun eta lankide batek baita preso ohi batek ere hitza hartu dute Marzeloren errautsen eta ikurrinaren aurrean. Marzeloren bizitzari errepasoa egin diote, haren izaera, grina eta ekarpenak azpimarratuz.
Azkenik, errautsak zabaldu dira itsasora, bildutakoen txaloen artean.
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Aupa Maxi, aquí estamos, tus compañeros y compañeras de trabajo y de lucha. Aquí estamos para recordar nuestras vivencias y con ello mantenerte en nuestra memoria como te conocimos a lo largo de años de convivencia.
Hemos compartido contigo muchas situaciones, laborales, personales y políticas, y en todas dejabas tu huella. En lo laboral reconocemos que eras un poco atípico, producto de tu carácter libre y rebelde. Siempre decías, “ahora no tengo tiempo, estoy muy liado, no paro, no paro” y a los 5 minutos llamabas al kurrela y le decías “pásate cuando quieras, ya tengo tu pedido”, nunca soportaste que te mandaran, en el fondo eras un poco “anarco”, tú mismo lo reconocías, y con un corazón noble.
No era sencillo ganar tu confianza, la vida te trató con dureza y por eso eras muy exigente a la hora de compartir tu amistad, exigías mucho, lo que tú dabas, por eso quienes estaban en el círculo de tus amistades se tienen que sentir orgullosos.
Reflexivo y analítico, preocupado permanentemente por la marcha de tu pueblo, Euskal Herria. Tenías que estar al día de la situación, por eso quedábamos todos los días media hora antes de entrar a trabajar para debatir sobre los últimos acontecimientos. Debates en los que salía a relucir tu amor a tu tierra y a tu gente, en los que se podía ver tu nivel de militancia, tu compromiso con la lucha de clases quedaba patente.
No eras dado a hablar en público, pero en una Asamblea General de Fábrica, estando los ánimos enconados, hiciste una disertación contra el sistema Capitalista que se quedó todo el mundo descolocado, ese era Maxi, preocupado permanentemente por mantener al día sus conocimientos, manteniendo vivos sus principios, siempre estaba leyendo algún libro, a veces varios a la vez, con esas gafas que le daban un aire de intelectual, detrás de las que se podían ver unos ojos que transmitían una gran HUMANIDAD.
Luchador incansable, finalmente cuando parecía que ibas a disfrutar del descanso merecido, esta vida injusta no te dejó y nuevamente te castigó con la enfermedad, pero al final fuiste tú mismo quien tomó la última decisión, tu rebeldía innata no podía permitir depender de máquinas para vivir y al final empujado por tus convicciones tú tomaste la decisión final, Maxi no podía estar atrapado, amabas la vida en libertad, por eso consciente y voluntariamente, después de despedirte de tu gente, te liberaste y te fuiste.
MAXI, MAITE ZAITUZTEGU
GORA MAXI
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