Kristiane ETXELUZ y Alfonso ETXEGARAI (Militante abertzale y deportado en Sao Tomé)
«Un nuevo camino para reivindicar nuestros derechos individuales y colectivos»
«Para los que deseamos el cambio hacia un proceso democrático en el conflicto Estado español-nación vasca, es- te comunicado pone de manifiesto varias cosas importantes. La primera lectura es que ETA toma aparentemente la iniciativa de encaminarse hacia el cese de la lucha armada, abriendo así todas las posibilidades para la lucha política legal. La segunda lectura, relacio- nada con la anterior, es la que nos muestra que, en el camino para realizar esas posibilidades, la iniciativa tiene que ser ‘nuestra’, vasca, atrayendo a los que no se oponen a todo y contando con mediación internacional. Luego viene lo que nos podemos imaginar que está tras este comunicado de ETA, y no sólo lo que se dice el ‘día después’.
El comunicado nos sitúa en el terreno de la esperanza de un nuevo camino para reivindicar nuestros derechos individuales y colectivos vascos, un camino sin violencia armada. También nos acerca a la posibilidad de que acaben los ensañamientos y represión ciega de todo lo que es vasco por parte de los poderes judiciales, políticos, policiales y militares españoles. Nos debería acercar hacia un reconocimiento de los derechos vascos en los medios de comunicación internacionales, que dejen de atrincherarse bajo consignas y retóricas ‘necrológicas’. Nos abre, pues, puertas para relaciones internacionales sanas, sin exclusiones…
Nos sitúa en un nuevo espacio y tiempo de nuestra propia historia. Internamente, en Euskal Herria, supone el mayor desafío que se nos podía presentar cara al futuro. Tras dicho comunicado se vislumbran serios retos a los partidos políticos vascos y a la sociedad en general, así como a los poderes y fuerzas políticas españolas y a la propia historia del Estado español. Con una superación de los mismos, si está basada en el reconocimiento del otro, alcanzaremos el nuevo paradigma del conflicto Estado español-nación vasca, el de la colaboración para resolver el mismo. A los implicados directamente en la violencia armada nos tocará ser pacientes, porque el comunicado puede abrir un largo y difícil proceso. A todos nos exige generosidad y audacia».
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